Qué ver en Islandia: los paisajes más alucinantes
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Qué ver en Islandia: los paisajes más alucinantes
Este destino se ha popularizado en los últimos años porque hay mucho que ver en Islandia, mucha naturaleza increíble y paisajes todavía vírgenes. Si este verano quieres saltarte la playa y probar con otro tipo de destinos, Islandia es perfecto. ¿Quieres descubrir qué tiene este país para ofrecer? Te prometemos que es mucho. Haz la maleta, ¡que nos vamos!  

Qué ver en Islandia, la tierra de hielo y fuego

Bajo tus pies, géiseres, cráteres, aguas termales y la gran falla del Atlántico mantienen viva una tierra que, a pesar de su movimiento, se caracteriza por el silencio. Un clima indómito que convierte a sus gentes en un pueblo fuerte, resiliente y decidido. Islandia fue el cuarto país en legalizar las uniones de hecho entre personas del mismo sexo, legalizando su matrimonio en 2010. Recorrerlo por carretera es toda una aventura para los sentidos, gracias a la vía número 1 (no existe una número 2) que da la vuelta al país. Si quieres conocer Islandia a fondo, anota en tu mapa los lugares de los que te hablamos a continuación.  

Islandia de imprescindible en imprescindible

  • Reikiavik: la capital es lo más urbano que encontrarás en Islandia, aunque sin perder el contacto con la naturaleza. No hay edificios altos y se asoma con decisión al Atlántico Norte, con el glaciar Snaefellsjökull al fondo.
  • Akureyri: es la segunda ciudad más grande del país en número de habitantes. En verano, restaurantes y cafés despliegan sus terrazas y las calles bullen y se divierten. Aprovecha para pedir un fish & chips acompañado de una Thule, la cerveza local.
  • Thingvellir: este parque nacional, entre dos crestas paralelas que casi se tocan, es Patrimonio Mundial por su valor histórico y natural. Aquí se constituyó el primer parlamento del mundo, el Althing, donde se reunían todos los pueblos una vez al año hasta 1262 con la anexión a Noruega. Silfra, el punto en el que el río Oxärá se une al lago Thingvallavatn, es uno de los enclaves de buceo más alucinantes del planeta. Gracias a las cristalinas aguas se puede tocar la placa continental de Europa con una mano y la de América con la otra.
  • Kirkjufell: este llamativo y mediático pico ha aparecido en multitud de películas, cuadros, libros, etc., como “La vida secreta de Walter Mitty” o “Juego de tronos”. Sin embargo, alrededor de este monte existen otros paisajes menos conocidos pero igual de alucinantes. Si te gusta la costa, el sendero que une Hellnar y Arnarstapi merece la pena visitarlo, así como los campos de lava y playas como la de Djúpalónssandur.
  • Godafoss: esta popular cascada fue en la que, en el año 999, los vikingos abrazaron el cristianismo, aunque siguieron practicando sus antiguos rituales en secreto.
  • Stadur y Blonduosbaer: praderas, mucho viento y pequeños desvíos de la carretera nos conducen a parajes donde la huella humana es prácticamente inexistente. En sus playas desiertas podemos contemplar charranes árticos, focas grises y ovejas que rebuscan entre las algas.
  • Snaefellsnes: esta península fue el lugar elegido por los primeros islandeses para asentarse. Te recomendamos visitar la aldea de Borgarnes, a la que se llega conduciendo a través de bellos fiordos.
  • Lago Myvatn: asentado sobre la dorsal mesoatlántica que separa Europa de América, es el centro turístico del país. Gracias a su configuración, el clima es un poco más suave y el preferido por multitud de aves migratorias. Además, puedes alquilar una bicicleta para recorrer la carretera que lo bordea.
  • Askja: las tierras altas de Islandia llevan más de 10.000 años de actividad volcánica incesante que da forma a cuevas, formaciones de hielo interior, cráteres… Este paisaje es uno de los más alucinantes que ver en Islandia.
  • Vatnajoküll: este glaciar está repleto de cascadas y cubres que merece la pena visitar. La luz y las formas del hielo cambian sin parar, reflejando la vida en su estado más puro y natural.
    Sin duda hay mucho más que ver en Islandia, esta lista es un pequeño ejemplo de los parajes increíbles que este país conserva y cuida. El único problema es que se trata de un viaje caro, pero te prometemos que merece muchísimo la pena ahorrar para hacerlo.