Sudamérica es magia. Si tienes oportunidad, es algo que tienes que descubrir. Es una parte del mundo que te va a cautivar desde el primer momento. Es cierto que no siempre se dispone del tiempo suficiente para aterrizar en estos países y poder descubrirlos con toda la calma que uno necesita. Sin embargo, a la mínima que tengas una oportunidad, tienes que dar el paso y hacer ese viaje que siempre habías soñado. Es verdad que te pueden entrar las dudas, ya que son multitud de países los que puedes visitar y todos merecen la pena. Vamos a hacer un poco de guía para ti y te vamos a hablar de cuatro ciudades de obligada visita en Sudamérica. Desde las más conocidas hasta algunas que te sorprenderán. ¿Con cuál te quedas?
Descubre 4 ciudades de obligada visita en Sudamérica
- Buenos Aires: Quizá es la más mediática de las ciudades de las que te vamos a hablar en este artículo, pero vamos a entrar en detalles que no te esperabas para que lo tengas mucho más fácil, de cara a conocer esta urbe que tiene un gran encanto a nivel mundial. Lo primero que tenemos que destacar de Buenos Aires, la conocida como la París de Sudamérica, es que es realmente grande, con lo que debes tener paciencia para descubrir cada rincón. Algo que te va a llamar mucho la atención es su arquitectura. Aunque sabes que estás en otro continente, la realidad es que vas a encontrar muchos edificios y monumentos que te van a recordar a Europa por el tipo de arquitectura utilizada. El Obelisco es una muestra excelente de esto que te estamos diciendo. Si eres un amante de la gastronomía autóctona, estás de enhorabuena. Argentina tiene todo para saciar tu paladar con los mejores asados y unas empanadas espectaculares. Si tienes tiempo, no dudes en bailar tango. Lo hacen con un gran sentimiento. Y por último, lo que no te va a faltar es el ambiente nocturno. Hay una gran cantidad de bares, restaurantes y terrazas para que te mezcles con la población local. ¡Te va a encantar!
- Cartagena: Seguimos profundizando en las cuatro ciudades de obligada visita en Sudamérica y nos vamos hasta Colombia. ¿No sabías que hay mucho más que descubrir que Bogotá? La realidad es que sí. Pues bien, vamos con Cartagena. Si deseas encontrar una costa atractiva en la que disfrutar de maravillosas playas caribeñas, tienes que poner los pies en esta ciudad, la cual comparte nombre con la ciudad murciana en España. Cartagena cuenta con una gran muralla, que la hace espectacular y realmente acogedora. Vivir la experiencia de recorrer sus calles coloridas es algo que siempre se quedará en el recuerdo. Tienes cultura, sol y buena comida a unos precios muy razonables. No te creas todo lo que lees sobre la inseguridad en el país.
- Cusco: Estamos ante la perla de Perú. Es una localidad que abre la puerta de entrada al Machu Picchu. Es una de las grandes maravillas del mundo y, si no la visitas, es algo de lo que te arrepentirás durante toda la vida. Cusco es la capital del Imperio Inca y es gracias a eso por lo que vas a encontrar una gran colección de templos incas, calles empedradas y plazas con un aroma a calle y vida. Cusco es un ejemplo de historia y una ciudad que ofrece una gran gama de servicios relacionados con el turismo de aventura. Son muchos los que hablan de Lima, capital de Perú, pero la realidad es que hay otras urbes con un gran encanto y a las que debes honrar con tu presencia. Cusco es una de ellas y tienes los brazos abiertos para ti.
- Río de Janeiro: Desde luego, no podíamos olvidarnos de la ciudad más representativa de Brasil como una de las cuatro ciudades de obligada visita en Sudamérica. Echar la vista a Río de Janeiro es adentrarse en el carnaval con más colorido y ritmo del planeta. Ya te estamos imaginando dentro del sambódromo, bailando y disfrutando de la samba y los disfraces más trabajados. Sus playas son maravillosas. Copacabana e Ipanema son enormes y tienen unas aguas ideales para darse varios baños. Disfruta de la pasión de los brasileños por el fútbol. Podrás jugar con ellos sobre la arena. También puedes visitar el Cristo Redentor y disfrutar de paisajes montañosos.